sábado, 1 de enero de 2011

2011

Hoy no se me ocurre nada poético, nada profundo, nada sentimental. Hoy quisiera hacer un bonito recorrido metafórico por el año que he dejado atrás, pero parece ser que al "vomito" no le da la gana de salir.
Así que procedamos a hablar claro, conciso y directo sin excesivas parafernalias y dobles sentidos. Aunque no os acostumbreis.




Mi año 2010, si tuviera un título sería  CAMBIO...

En todos los sentidos, sufrí una transformación completa, de pies a cabeza, pasé por mucha mierda, de esa marrón con tropezones. Además como yo tampoco ayudo a simplificar las cosas, como buen complejo de cebolla, por lo de las capas, si no piyais la analogía os recomiendo el grandioso díalogo entre shrek y asno. Pero detrás de ese revolcón en el fango se escondía una gran recompensa, aprendí a quererme tal y como soy, aprendí que ahora quiero ser la que soy no un ideal que vender al mundo, no un ideal para intentar ser aceptada y amada por los demás.

Y así, tras la maduración que me vi dar en el 2009 parece ser que en 2010 siguió su curso, sin prisa pero sin pausa como suele decirse, he pasado de la guerrilla constante al aprendizaje situacional, que guay ha quedado eso por cierto. Pasé a dejar el ardor de la lucha a la pasión de la alcoba, para sonreir y escuchar un poquito lo que me rodeaba. Y parece que funcionó, no solo porque soy más feliz ahora, si no porque he podido aprender mucho de los que me querían y de los que no tanto y por fin, me he sentido aceptada y amada porque no, por lo que soy y no por lo que vendía.

He descubierto que soy más fuerte y más soñadora de lo que pensaba y eso ha sido un pequeño problema, este año he tendido de nuevo a ese vicio malnacido mío que es el de la idealización, esta vez esa fuerza y esos sueños se han vuelto en mi contra autodestruyendome a veces, creyendo que la única tabla de salvación que tenía era aquel camino un tanto inalcanzable, y por lo tanto enormemente deseado para mí, otro vicio malnacido mío por cierto, pero parece ser que he abierto los ojos y he visto donde estaba, mi parte racional que suele estar por el Caribe tomando el sol en la playa ha vuelto de vacaciones y me ha cantado las cuarenta. Así que las dos partes se han sentado a hablar y parece ser que hemos llegado a un acuerdo bastante plausible.

Me he vuelto a enamorar por cierto, pero no penseis mal, me he reenamorado de mi carrera, gracias a algunas clases motivantes y a algunos sucesos preciosos, este año, al finales para más detalles, me reconquistaron de nuevo las ideas e ilusiones por las que elegí este camino en un principio y aunque al comienzo, al ver que estaba un tanto empinado me rajé e idealizé el camino desechado, (hablo de esto en el otro párrafo jeje!), parece ser que hoy por hoy soy feliz donde estoy.

Lo que le pido al 2011, pues... virgencita que me quede como estoy... es decir, en primer lugar que todo lo bueno que he aprendido y ha aflorado que se quede en mí arraigado y heche unas cuantas raíces, que las necesito. En segundo lugar, poder aprender realmente a valorar aquello que tengo. En tercer lugar, que me abandone esa tristeza que a veces me viene y no complicarme tanto la vida. En cuarto lugar, aprender a actuar y no a idealizar, si no estoy conforme con algo no me quiero escudar en que en el otro lado los pastos son más verdes, quiero aprender a ver donde estoy y como construir aquello que realmente me haga feliz. En quinto lugar, amar y ser amada como lo soy ahora. Y por último, dejarme de menos lamentos por que no vuelo y volar de una puñetera vez.

Así que 2011, aquí estoy, preparada y lista para ver lo que me traes.

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