viernes, 18 de febrero de 2011

Aprender a no Existir.

No solo nos vale ser buenos, además debemos parecerlo. Aprendimos una vez, a asociar aquello externo que nos rodea con variables internas, aprendimos a asociar realidades intangibles a las que aspirar, aprendimos tantas cosas que a veces se nos olvidó el principio de todo. Cuando si eras algo lo eras simplemente.

La gente aprende a aparentar ser, porque ya ser simplemente no nos vale.

Y lo peor de todo, nos juzgamos por aquello que aperantamos ser y no por lo que somos. Hemos aprendido tanto a que los demás nos tienen que ver que decididamente si nos equivocamos juzgaremos aquello que ven los demás, no lo que somos. El juez más severo siempre es uno mismo.

Somos lo que no somos, en el fondo perseguimos aquello que no somos y que queremos ser. Si algún día nos paráramos a pensar en lo que hacemos para ser , si algún día dijéramos soy y no quiero ser, si algún día comprendiéramos que no es que tengamos derecho a existir, si no que en realidad existimos. Cuando aprendemos lo que es algo y lo que no es, en realidad lo que hacemos poco a poco es aprender a no existir.

Existimos sin necesidad de ser vistos, eso es lo que habría que haber aprendido desde el principio, no a aprender a ser vistos para existir.

1 comentario:

  1. Creer en tu existencia sin reconocimiento ajeno, sin otros ojos que los del espejo, es harto difícil... a no ser que tengamos la cabeza bien amueblada y nos baste con nuestro reflejo...

    ResponderEliminar