domingo, 21 de noviembre de 2010

Rosas rojas


(Ella)

Las rosas eran el alcohol para los golpes, para el daño, para el desastre que el fuego de sus palabras causaban en su corazón, en su rostro, en su alma.
Las rosas cuanto más rojas y grandes... daba igual si venían antes o después de la masacre, las rosas siempre venían teñidas con sangre.

(El)
Ella era todo para él, era su jodido mundo, ella era una diosa que le hacía empequeñecer, su belleza y ternura le enfermaban, era demasiado grande, tenía que controlar el brillo de su mirada, cada golpe era un te quiero, cada insulto era un te necesito, el no era nada sin ella, ella era suya y solo suya. El amor hacía que le quemase cada poro de su cuerpo, el fuego simplemente salía y acababa estallándole a ella.
Un bonito ramo de rosas rojas, era lo correcto, quizás me sobrepasé anoche.

(Ella)

Quizás sea siempre mi culpa, al fin y al cabo me gusta como se siente este amor, el viene y me ama, me ama tanto, me hace grande a veces, el es el bueno, los demás no saben, no, no lo entienden, esto es tan grande, el es tan poderoso, todo a sus pies se desvanece, los demás no entienden lo que puedo llegar a  ser, se asustarían de mi lado oscuro, el se encarga de llevarme por la senda correcta, le debo tanto, le amo tanto.
Amo tanto estas rosas rojas.

(El)

Somos un gran equipo juntos, ella sabe que la amo, que nunca la haría en realidad daño, solo lo hago para que en un futuro aprenda, todo será perfecto, no habrá más peleas, seremos dos putos ángeles en el cielo, pero antes, tendremos que pasar un infierno. 
Es lo justo, un infierno teñido de rosas rojas.

4 comentarios:

  1. Me encanta regalar flores. Me siento tan bien cuando lo hago...

    Bonita conversación!

    ResponderEliminar
  2. mmm... quería reflejar otro punto de vista, el amor al fin y al cabo, el doloroso amor, que va detrás de toda una historia de maltrato y engaño

    ResponderEliminar